sábado, 18 de julio de 2009



Vino a Nazareth, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Lucas 4:16-21

"Curar cuando se pueda, Ayudar en lo posible, Consolar siempre"
Dr. Mario Herchcovich

El Señor demanda de nosotros que estemos listos para obrar el bien, pero puede ser que me sienta inadecuado para obrar bien y preguntaré, ¿que bien puedo hacer yo?, siento que no tengo los recursos para ayudar, mi conocimiento es limitado, me falta tiempo…. la tendencia humana nos llevará a buscar excusas razonables, pero digamos que el amor no requiere de recursos que sean necesarios comprar, lo puede entregar el más pobre de los hombres tanto como el más rico, depende de donde está su corazón nada mas… el corazón puede estar en lo material, el corazón suele mirar hacia sí mismo, mi prioridad suelo ser yo o a lo más puede extenderse a mis seres queridos, pero el llamado de Dios para que amemos se extiende mas allá, su mies es mucha, extensa…puedo sentirme incapaz de realizar el trabajo que Dios requiere, pero con seguridad en el transcurso del camino el Señor proveerá lo que vaya a necesitar para responder correctamente a su llamado. Con seguridad, Dios no me pedirá aquello que no puedo hacer, él es el Padre perfecto y con seguridad también me encontraré gratamente sorprendido por lo que puedo lograr. Por allí hay un mundo que necesita de Dios y sus hijos somos sus manos, sus oídos, su voz y sus ojos, Dios quiere actuar a través nuestro, depende de nosotros ser instrumentos útiles para su obra… Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:10), así que extiende tus manos al Señor y dile "aquí estoy, usame según tu creas".

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