martes, 14 de julio de 2009

DONDE ESTA TU CORAZON?


El joven embelesado mira a su doncella y en un desate de amor arranca de un zarpaso un pedazo de su corazón mira a su chica y se lo entrega... !ésto es para ti, porque quiero que sepas que no hay nada mas importante en mi vida!, la chica complacida acepta el regalo, complacida pero inconsciente de las implicaciones del mismo.

Otro joven, brillante ejecutivo con estudios superiores y una maestría en gestión de marketing emprende el camino a la cima, sabe que tiene que sacrificar tiempo, relaciones y familia; sin embargo piensa la cima lo vale, así que entrega todo de sí para avanzar en su camino, y ese todo incluye su corazón...

Igual con el deportista que antes lo hacía por pura afición y ahora lo hace por los millones de dólares que un afamado equipo ofrece por sus servicios... y sin ir muy lejos, lo hace el dueño de un pequeño bazar que ha sacrificado mucho para ahorrar y poder arrancar con su propio negocio... ¿Hay algo de malo en querer mejorar nuestro status?... ¿que de malo podría haber en cada uno de estos ejemplos?... para responder lo haría con otra pregunta ¿en donde estaba su corazón?. Jesús nos advirtió que donde esté nuestro tesoro, allí estará nuestro corazón. Cabe hacer la pregunta ¿estoy haciendo tesoros en la tierra o en el cielo?, ¿estoy sembrando para el alma o lo hago como si fuera a vivir eternamente en la Tierra?... debemos tener cuidado en donde ponemos nuestro corazón, porque nada debería reemplazar el lugar ganado por Cristo para nosotros, el ganó nuestro corazón par su gloria. Jesús mandó "mas buscad primeramente el reino de Dios y todas las demás cosas serán añadidas...". Es fácil, muy fácil dejarse embelesar por lo que puede ofrecernos el mundo, seduce la idea de ser reconocido, de sentirnos poderosos, de ganar el mundo, pero es como recorrer una ladera junto a un precipicio, es fácil caer desde la cima, el dinero corroe nuestro corazón, lo abraza fácilmente... el amor por el mismo, dice la palabra, es raíz de todos los males, pero yendo mas allá, todo aquello que desplace a Jesús del centro de nuestra vida nos aleja de la felicidad verdadera que ofrece Jesús, la felicidad efímera que ofrece el mundo es semejante al agua salada del mar que no calma la sed del alma, cuya única fuente que la calma de forma verdadera es Cristo... así que analiza en donde está tu corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario