CONCEDEME...

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. (Mt. 6:14-15)

Señor, concédeme: Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, Valor para cambiar las que si puedo y Sabiduría para distinguir la diferencia (desconozco el autor), sea esa tu dádiva para mi de hoy en adelante...

Bendito Padre Dios, acepto tu voluntad en mi vida, que asombrado por tu obra todopoderosa pueda aceptar el designio que tienes para mi hoy, se que quieres la paz para mi vida y aunque sea diferente a lo que esperaba yo acepto señor y me apego al gozo de sentirme a tu lado para recibir el consuelo que quieres proveer.

Confío en que pese a no entender las dificultades presentes tu estarás sustentando mi fe y la de mis hijos, harás tu obra en silencio... declaro que tu estás en control de todas las cosas, aunque no lo vea o lo sienta de esa manera.

Lo que no he podido cambiar Padre lo dejo en tus manos, la carga que es pesada de sobrellevar la pongo sobre ti, simplemente Señor hay cosas con la que no puedo, perdón por querer sobre llevarlas fuera de ti.

Se que separado de ti nada puedo hacer, así que quiero ser pámpano de tu tallo, porque contigo todo lo puedo, mis limitaciones las pongo en ti, mis dudas y temores igual, así como mis frustraciones; no permitas que el ladrón del gozo robe mas en mi vida. Mi Señor y mi Dios en tí confío, a ti clamo Yahvé, presta oído a mi súplica, restaura Señor los años perdidos y fructifica mi trabajo cada día.

Finalmente enséñame a perdonar como tu me has perdonado y permíteme olvidar las ofensas como tu las has olvidado. Si he ofendido enséñame a restaurar porque también deseo ser restaurado. Si he deshonrado enséñame a honrar porque quiero también ser honrado, que pueda buscar el bien ajeno igual que el bien que quiero para mí.

Creo y oro en tu nombre Santo, Jesús el Cristo, el hijo de Dios

AMEN